La Armada Argentina oficializó la prohibición del uso de barba para todo su personal activo, en sintonía con las restricciones que ya regían para quienes participaban en distintas operaciones.
Según precisaron desde esa fuerza a Clarín, la decisión «es una cuestión de uniformidad«. La medida fue publicada en una modificación del reglamento que regía para el personal.
El texto está firmado por el contraalmirante Juan Carlos Romay, director general de personal y bienestar de la Armada. En su primer punto, señala que el uso de barba «queda prohibido para todo el personal militar«.
Sin embargo, aclara que hay excepciones y precisa que podrán no afeitarse quienes integren «unidades desplegadas fuera de su asiento natural» y que por «una contingencia» o por dificultad de acceder a agua dulce sea necesario racionalizarla.
También están exceptuados de afeitarse quienes tengan una «prescripción médica«. En todos los casos, según advierte el reglamento, la barba deberá «ser completa con bigotes, prolija y recortada«.
El objetivo, según insiste, es evitar «toda excentricidad en su forma y dimensiones».
Armada sin barba: «una pequeña modificación» que unifica criterios
«No es algo nuevo, es una pequeña modificación que lo que hace es dar uniformidad. La Armada era el único lugar en el que se podía usar barba, pero de todas maneras sólo podían hacerlo quienes estaban asignados a tareas administrativas«, puntualizaron a este diario desde la Armada.
La misma fuente señaló que todos quienes estaban asignados a tareas operativas no podían usar barba y por eso la decisión formalizada en el reglamento de uniformes no hace más que unificar criterios.
El uso de la barba en la Armada se había repuesto en 2001, durante la presidencia de Fernando De la Rúa. En ese momento fue el jefe de la fuerza, el almirante Joaquín Stella, el primero en mostrarse con el nuevo look.
De todas maneras, esa licencia sólo la tenían los oficiales jefes, de capitán de corbeta en adelante, y los suboficiales principales.
En los últimos días, las fuerzas armadas fueron noticia al confirmarse la decisión del Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri de prohibir el uso de lenguaje inclusivo. Esa determinación, que encendió el debate, principalmente en redes sociales, la hizo extensiva poco después el Gobierno nacional a todas las áreas del Estado.