En medio del asedio policial en manos de las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro que los opositores asilados en la embajada argentina denunciaron el viernes por la noche, las autoridades venezolanas buscan sacarle a Brasil la custodia de la sede. La misma había quedado en manos de los representantes del gobierno de Lula da Silva luego de que los diplomáticos argentinos tuvieran que abandonar el edificio tras las elecciones del 28 de julio, señaladas por la oposición como fraudulentas y cuyo resultado la gestión libertaria de Javier Milei no reconoció.
De acuerdo a lo que supo saber LA NACION, el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño fue notificado sobre esta intención y avisó a Venezuela que “va a seguir representando los intereses de Argentina hasta que sea designado un sustituto”. La información llegó formalmente a través de una nota diplomática el sábado por la mañana, indicaron desde la agencia Reuters.
El recrudecimiento de la tensión entre los tres gobiernos se da luego de que el viernes por la noche la oposición venezolana hablara sobre un nuevo episodio de “asedio” por parte de agentes “encapuchados” apostados a las afueras de la embajada de la Argentina en Caracas, donde están refugiados desde marzo seis colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, quien no puso presentarse en los comicios tras ser suspendida por el chavismo.
“En la Embajada de la Argentina en Venezuela custodiada por Brasil, estamos con la electricidad cortada y con los accesos a la sede tomados”, escribió en la red social X Magalli Meda, jefa de campaña de Machado, refugiada desde el 20 de marzo pasado junto a otros cinco compañeros.
Brasil tomó el control de la embajada argentina en Caracas el 31 de julio, luego del deterioro de las relaciones con Venezuela dado que Milei no reconoció las elecciones que proclamaron a Maduro como ganador en lugar de Edmundo González Urrutia, quien fue a la carrera en lugar de Machado y asegura haber ganado los comicios con más del 70% de los votos. Los asilados siguen en la sede diplomática a pesar de que los funcionarios argentinos fueron forzados a abandonar el país porque Maduro no habilitó un salvoconducto.
En este contexto, la representación diplomática de Brasil busca mediar y articular entre la Argentina y Venezuela ante la ruptura de los canales directo de diálogo. Fundamentalmente apunta a garantizar los derechos de ciudadanos o empresas argentinos en suelo venezolano, ante la falta de un representante propio. Brasil también había asumido la embajada peruana, a pedido del gobierno de ese país.
LA NACION