Se trata de Silvio Villaverde, integrante de Agrupación Unidos por Banfield. La junta electoral fue notificada por la Fiscalía General de Lomas de Zamora de que Villaverde estuvo involucrado en diversas causas penales, entre ellas varias relativas a delitos de género, como violencia, abuso y también abandono de menores.
El integrante de la lista opositora en las elecciones de Banfield, Silvio Villaverde, estuvo involucrado en diferentes causas penales, entre ellas, delitos de violencia de género, abuso, abandono de menores y estafa.
Villaverde viene ocupando el rol de oposición desde hace años. En 2018, sobre la hora del plazo de cierre de listas, no se presentó a sabiendas de que la candidata del oficialismo era una mujer. Luego, durante el desarrollo de la gestión de Lucía Barbuto, desde octubre de 2018, Villaverde tuvo diversos encontronazos con la presidenta.
Tras una denuncia de una socia del Taladro presentada ante la Junta Electoral de la Institución, el cuerpo remitió un pedido urgente de información a la Fiscalía General de Lomas de Zamora. Con fecha 29 de septiembre, llegó la respuesta del Ministerio Público Fiscal, en la que se dan cuenta de sendas causas presentadas contra Villaverde en dichos tribunales (causa 07-01-008440-12, causa 07-01-008073-15 y causa 07-00-034259-17, entre otras). Estas, sumadas a otras tramitadas en distintos juzgados del ámbito bonaerense (Ezeiza y Esteban Echeverría, entre otros), superan la docena de imputaciones judiciales entre los años 2006 y 2017. Entre las varias causas en las que Villaverde fue imputado, se destacan las vinculadas a delitos de abuso, violencia de género y abandono de menores.
Según fuentes judiciales consultadas por Doble Amarilla, el candidato opositor no tendría problemas estatutarios para presentarse a las elecciones de este sábado, aunque destacan que la mayoría de las causas no tienen dictado un sobreseimiento sobre la persona de Villaverde, no porque no haya sido encontrado culpable, si no debido a que han sido archivadas por lo que en la jerga tribunalicia se conoce elegantemente como “tecnicismos”.