Andrés Peralta continúa entrenándose de manera separada en San Lorenzo, luego de que la dirigencia del club decidiera interrumpir su vínculo debido a los reiterados incumplimientos por parte del jugador. El colombiano lleva una semana haciéndolo a la espera de que los directivos logren destrabar su situación. ¿El inconveniente? Cúcuta, dueño de su pase, no quiere que el futbolista regrese.
El polémico mensaje de Chichi en sus redes.
El conflicto radica en el desacuerdo sobre el futuro de Peralta, quien llegó al Ciclón bajo un préstamo con opción de compra. Sin embargo, la relación se vio afectada por diversos problemas contractuales y de comportamiento. Ante esta situación, el equipo cafetero ha sido tajante al no aceptar el regreso del jugador al club, lo que deja en un limbo la posibilidad de que pueda reinsertarse en la actividad profesional de inmediato.
Por otro lado, San Lorenzo se encuentra en una encrucijada, ya que deberá afrontar el cargo correspondiente al préstamo y también el contrato que Chichi exige cobrar en su totalidad. La situación ha generado tensiones entre las partes involucradas, ya que el conjunto azulgrana no está dispuesta a cumplir con las condiciones impuestas por el colombiano, mientras que este último busca garantizar el cumplimiento total de su acuerdo.
Peralta con Vinicius y Marquinhos, cuando Brasil llegó a Buenos Aires.
La crisis sigue sin resolverse y se espera que en los próximos días se tomen decisiones cruciales sobre el futuro de Andrés, que, por el momento, sigue entrenando de manera apartada, alejado de sus compañeros y sin una solución clara sobre su futuro inmediato en el fútbol.
El caso de Peralta comenzó a ser problemático desde su llegada a Boedo. Aunque se esperaba que fuera una pieza importante para el ataque del Ciclón, su comportamiento fuera de la cancha pronto desentonó con las expectativas. ¿Las últimas faltas? No formó parte de la delegación que logró la clasificación a los 16avos de final de la Copa Argentina contra Sportivo Las Parejas alegando un cuadro de gastroenteritis, luego fue visto este lunes en la puerta del hotel donde se concentraba la Selección de Brasil sacándose fotos con varios jugadores y, al otro día, no fue al entrenamiento.
El festejo de gol de Peralta en el agónico 3-2 a Racing. (Foto: Marcelo Carroll)
Este comportamiento, lejos de pasar desapercibido, fue la gota que colmó el vaso. En sus breves momentos en cancha, el colombiano mostró destellos de talento, como en el partido frente a Racing, donde anotó el gol agónico que dio la victoria a San Lorenzo por 3-2 en el Pedro Bidegain. Sin embargo, esos 96 minutos jugados en cinco partidos del Torneo Apertura de la Liga Profesional no fueron suficientes para salvar su relación con el club.
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