Carina Farah: Estamos en un círculo vicioso que nos lleva a perder divisas que no tenemos

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En diálogo con Canal E, la economista Carina Farah advierte que las señales económicas actuales anticipan un segundo semestre con presiones inflacionarias, déficit externo y mayor tensión social.

Fragmentación social y disparidad en el consumo

Una parte de la población ha visto una mejora en sus ingresos, pero otra gran parte está completamente excluida del consumo”, afirmó la entrevistada al analizar la situación económica actual. Mientras algunos sectores ABC1 recuperan poder adquisitivo, “la base de la pirámide no llega a fin de mes porque sus ingresos no aumentan al ritmo de la inflación”.

La economista sostuvo que esto se debe a una estructura económica que no se está corrigiendo. “Tenemos un dólar pisado, y eso explica parte del problema”, dijo. Según Farah, los trabajadores precarizados, el sector público y los jubilados están entre los más perjudicados por políticas que no contemplan una distribución equitativa del ingreso.

Dólar barato, consumo externo y pérdida de reservas

Se incentiva mucho más el consumo del exterior que la producción nacional”, alertó. Según Farah, esto genera una presión creciente sobre el tipo de cambio y un déficit en la cuenta corriente. “Estamos perdiendo divisas que no tenemos y eso en algún momento va a estallar”, remarcó.

La posibilidad de una devaluación es cada vez más cercana, especialmente si el carry trade se desarma tras las elecciones. “Si los inversores empiezan a desarmar posiciones en pesos, vamos a ver una corrida al dólar”, dijo, y advirtió que esto “traería nuevamente el fantasma de la inflación”.

Riesgos en el corto plazo: vacaciones, retenciones y reservas ficticias

Farah destacó que se avecinan semanas críticas. El comienzo de las vacaciones de invierno, la finalización del alivio en retenciones al agro y la falta de reservas genuinas en el Banco Central podrían generar una tormenta perfecta. “Estamos frente a un cóctel bastante preocupante en términos de precios, salarios y calidad de vida”, sintetizó.

También cuestionó la forma en que se acumulan reservas: “No responde a una mejora en la productividad ni a un flujo genuino de inversiones”, sino a estrategias financieras artificiales, lo cual agrava la fragilidad del sistema.

La inflación como síntoma de problemas estructurales

Según Farah, el gobierno subestimó el fenómeno inflacionario. “La inflación no es solo un problema monetario, sino de expectativas, productividad y acumulación de reservas”, explicó. También criticó que se hayan incentivado importaciones y viajes al exterior en detrimento de la producción nacional: “El sector textil, por ejemplo, está operando al 43% de su capacidad”.

Este fenómeno, apuntó, tiene consecuencias sociales graves. “Cada máquina parada representa un trabajador fuera del sistema productivo o precarizado”, remarcó.

Grieta política y ausencia de consensos

En cuanto a la dimensión política, Farah fue tajante: “Lo que estamos rompiendo en Argentina son los puentes de diálogo entre oficialismo y oposición”. Señaló que las dificultades estructurales no cambian con el color político del gobierno, y que la falta de acuerdos impide establecer un rumbo económico sostenible.

Mientras no generemos puentes de diálogo e incorporemos diferentes miradas, esto va a seguir ocurriendo”, sostuvo. Además, criticó el alineamiento de sectores de poder con intereses externos: “Muchos gobernantes han defendido más a empresas extranjeras que a las nacionales”, concluyó.

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