En el arranque de una rueda clave, el Gobierno parece dispuesto a repetir la jugada en las sombras que le permitió ayer ponerle un techo al dólar y que se aleja de los $1.300 que había llegado a superar el martes. El Banco Central volvió este miércoles temprano a tomar pesos de los bancos con una tasa superior a la que se pagaba en el mercado, con el objetivo de evitar que el exceso de liquidez siga presionando al tipo de cambio.
Este miércoles se concretará la «licitación extraordinaria» que anunció el Tesoro el lunes pasado para absorber los pesos que estaban alojados en las LEFI, un instrumento de deuda con el que el Gobierno buscó el año pasado limpiar el balance del Central, y que dejaron de operarse en los últimos días.
Antes de este test para el mercado, la entidad monetaria decidió volver a abrir la ventanilla de pases y ofrecerles a los bancos una tasa de 36% por las colocaciones a 1 día de plazo. De esta manera, el organismo eleva por segundo día consecutivo el costo del dinero para mantener los rendimientos del resto de las colocaciones al alza y quitarle así algo de atractivo al dólar.
La estrategia tiene resultados inmediatos en el mercado: en la primera hora de la rueda, el tipo de cambio mayorista bajó 0,7% y se acomodó en $1.249. El dólar minorista, en tanto, se consigue a diez pesos menos que en el cierre del martes en el Banco Nación, a $1.270. En la calle, el dólar blue retrocede $40 y vuelve a los $1.310.
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