Fabio Rosa Carvalho, uno de los criminales más buscados de Brasil, fue capturado en las últimas horas en el barrio porteño de Caballito después de permanecer prófugo de la Justicia por casi tres años. El criminal señalado como jefe de la sangrienta banda «Os manos» era buscado por Interpol y también se había escondido con identidades falsas en Córdoba y Mendoza, donde incluso había llegado a salir goleador de un torneo de fútbol amateur.
La detención se produjo luego tras un operativo conjunto entre la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, la Policía de Córdoba y una delegación de la Policía Civil brasileña. Para dar con su paradero se siguió el uso de sus tarjetas de crédito, pero los datos claves que terminaron de concretar su detención fueron sus tatuajes y la solicitud que hizo a través de una aplicación de viajes.
Detuvieron a un narco sicario brasileño, jefe de una banda
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Mientras era buscado por narcotráfico, homicidios y lavado de dinero, Carvalho, de 41 años, se hacía pasar por otros ciudadanos brasileños y vivía una vida de lujos. Por ejemplo, participaba como delantero en un torneo amateur de fútbol en Mendoza, donde se había registrado con el nombre de «Lucas Rodrigues» para que no pudieran identificarlo.
Durante un año y medio se instaló en un country privado y fue «goleador estrella» en la competencia que organiza el Quilmes Club, un reconocido torneo amateur de fútbol 11 que se disputa en la provincia cuyana desde hace años. En la última edición que se jugó, se consagró con 10 goles, destacándose por su potencia física y habilidad, sin que nadie sospechara que era un sicario ligado al narcotráfico.
“Cuando vimos la noticia de su detención, no lo podíamos creer. Era el delantero del Club Nápoles, el goleador del torneo”, señaló una fuente del caso a la agencia Noticias Argentinas. Más allá de este dato, se cree que el jefe narco además de la identificación de «Lucas Rodrigues» utilizaba al menos otras dos.
Una de ellas estaba a nombre de Gilmar Dos Santos (supuestamebte nacido el 08/09/1988), con la que tramitó un DNI (Documento Nacional de Identidad) que mostraba su foto pero con datos inventados. La otra sería una cédula de Pablo Carvalho Da Silva (nacido el 23/05/1995), un documento que sí era investigado por tráfico de drogas y homicidio.
Carvalho, que también era conocido con el apodo de «Noia», tenía sobre su cabeza una circular roja de Interpol. «Atención: armado, peligroso, propenso a la evasión, violento«, decía la descripción de su ficha, en la cual se lo relaciona directamente a la organización «Os Manos», con base en Rio Grande do Sul y dedicada al tráfico de drogas, armas, sicariato y lavado, con vínculos internacionales con grupos como el Primer Comando Capital (PCC).
Además, se supo que el cargo principal contra «Noia» fue por comercializar drogas, ya que en 2013 fue condenado a 16 años y 10 meses de prisión. A poco más de tres años para que terminara la sentencia se le concedió la libertad condicional con tobillera electrónica, y allí fue que decidió romper el dispositivo para darse a la fuga.
Los investigadores piensan que primero se escapó a Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y después recaló en Argentina. En nuestro país se escondió en Córdoba, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires, donde finalmente fue atrapado.
Cómo cayó el sicario detenido en Caballito
Carvalho quedó bajo arresto este fin de semana, cuando la División Capturas y Prófugos de la fuerza porteña lo localizó en la avenida Pedro Goyena al 800, de acuerdo al parte al que tuvo acceso PERFIL. En ese momento, había pedido un viaje mediante una reconocida aplicación de vehículos para ir a una peluquería.
Los efectivos lo interceptaron por medio de un seguimiento en las cámaras de seguridad de la zona y procedieron a detenerlo después de que se cortara el pelo, pero su suerte había cambiado hacía bastante tiempo. Asimismo, se reportó que su identidad se confirmó gracias a sus tatuajes característicos, con las inscripciones «God is Love» y «Faith» en el cuello.
El paradero del jefe sicario fue detectado por la Policía de Rio Grande Do Sul en Córdoba, en el momento en que usó una billetera virtual e hizo una operación en la que necesitaba realizar un reconocimiento facial.
A partir de ese dato, que reveló su presencia en el barrio cordobés de El Prado, de Valle Escondido, investigadores argentinos y brasileños comenzaron a reconstruir su recorrido, que los terminó llevando a inicios de agosto al territorio porteño. Esta no es la primera vez que un miembro de «Os Manos» es detenido en Argentina, después de que Víctor Eduardo C.F. y Jonás Vieira, fueran encontrados y apresados en Misiones en 2023 y 2024, respectivamente.
FP