Independizarse, un sueño postergado: más de la mitad de quienes trabajan en Argentina aún vive con su familia
Más de la mitad del mercado laboral argentino vive con su familia por falta de empleo o ingresos bajos, y el 85% cree que hoy es más difícil independizarse
04/08/2025 – 10:20hs
Más de la mitad de las personas (54%) que integran el mercado laboral argentino todavía no logró independizarse y sigue viviendo con su familia. Así lo indica una encuesta reciente de Búmeran, que expone una tendencia sostenida en el tiempo, especialmente entre quienes están desempleados o tienen ingresos que no alcanzan para afrontar el costo de una vivienda propia.
El estudio relevó las respuestas de 1.891 personas en todo el país y dejó al descubierto una percepción casi unánime: el 85% cree que independizarse hoy es más difícil que hace diez años, una visión compartida tanto por quienes aún viven con sus padres como por quienes lograron irse y luego tuvieron que volver.
Un fenómeno que atraviesa géneros y sectores
Entre las razones que no permiten a las personas independizarse:
- El 54% apuntó a la falta de trabajo o a la inestabilidad laboral
- Un 31% dijo que su salario no le alcanza para cubrir los costos de vivir por su cuenta.
- Un 6% se refirió a distintos motivos, como situaciones familiares, cuestiones de salud o proyectos personales.
La imposibilidad de independizarse afecta por igual a mujeres, varones y personas de otros géneros. Entre las mujeres:
- El 54% vive con su familia
- El 22% vive sola
- El 22% convive con su pareja
En el caso de los varones:
- El 53% permanece en la casa familiar
- El 25% vive en pareja
- El 20% de forma independiente
Para otros géneros, el porcentaje de convivencia familiar asciende al 57%.
La dificultad para dejar el hogar también atraviesa distintos sectores del mundo del trabajo. En el área comercial, el 56% de las personas sigue viviendo con su familia, en producción y logística lo hace el 51%, en administración y finanzas el 49%, en salud el 46% y en marketing y comunicación el 51%.
Independizarse y volver: una experiencia más común de lo que parece
La encuesta también reflejó que el 28% de las personas que hoy viven en el hogar familiar lo hace tras haber intentado independizarse anteriormente. Dentro de este grupo:
- El 24% regresó después de haberse quedado sin empleo
- El 20% porque el sueldo no le alcanzaba
- El 11% por el incremento del costo de vida.
- El 14% volvió tras una ruptura de pareja
- El 22% por otros motivos
El deseo de irse sigue intacto, pero las condiciones no acompañan
A pesar de las dificultades, el 96% de los encuestados expresó su intención de dejar el hogar familiar. Sin embargo, las condiciones económicas —marcadas por la inflación, la precarización laboral y la falta de acceso a la vivienda— dificultan que ese deseo se concrete en la práctica.
Hoy, para muchas personas, la independencia económica y habitacional es una meta cada vez más difícil. Más que una elección, la permanencia en el hogar familiar pasada la juventud es una respuesta a la falta de empleo estable y a los ingresos insuficientes.
Una realidad que se repite en toda América Latina
Lo que ocurre en Argentina también se ve en otros lugares de la región, donde la convivencia prolongada con la familia también es alta: en Chile alcanza al 62% de los talentos, en Ecuador al 58%, en Perú al 56% y en Panamá al 53%.
Según el informe, la inflación, la falta de empleos estables y la ausencia de políticas efectivas de acceso a la vivienda son factores comunes que dificultan la independencia habitacional en toda América Latina. Incluso los que logran irse suelen compartir alquiler o volver al hogar familiar ante una pérdida de ingresos, especialmente en el caso de trabajadores informales o con contratos precarios.