Inundaciones en el centro bonaerense: hay más de un millón de hectáreas bajo el agua y reclaman medidas

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Mientras que el clima acompaña de buena manera y recargó los perfiles de gran parte de la zona núcleo agrícola previo a la siembra d egranos gruesos, las intensas precipitaciones registradas la última semana en gran parte de la provincia de Buenos Aires agravaron de manera dramática la situación hídrica en distritos ya golpeados por las inundaciones.

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Inundaciones en los campos de 9 de Julio tras las últimas lluvias

Según informó la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), zonas como Bolívar, 25 de Mayo, Carlos Casares, Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio —a las que se sumaron Pehuajó, Lincoln y Viamonte— recibieron entre 80 y 100 milímetros adicionales de lluvia, lo que provocó un aumento del 30 al 40% en la superficie afectada respecto de apenas diez días atrás.

El escenario, calificado como “crítico” por la entidad, alcanza hoy a más de un millón de hectáreas anegadas, con un impacto directo sobre la producción agrícola y la vida social en la ruralidad. Se trata, remarcan, de un panorama pocas veces visto en la provincia en las últimas décadas.

Reclamo de asistencia urgente

CARBAP reclamó una acción inmediata por parte de las autoridades provinciales y nacionales para poner en marcha medidas de asistencia que permitan paliar el impacto productivo y social. Entre ellas, destacan la necesidad de financiamiento específico con tasas diferenciadas y razonables, la puesta a disposición de maquinarias como camiones, palas y retroexcavadoras para recomponer caminos y limpiar canales, y un alivio fiscal inmediato tanto en impuestos nacionales y provinciales como en tasas rurales.

Inundaciones en 9 de Julio. Foto: Sociedad Rural de 9 de julio.

La entidad advirtió que el proceso burocrático que demandan las declaraciones de emergencia agropecuaria resulta inviable en el contexto actual, donde muchos productores no pueden siquiera sacar la producción de sus campos debido al aislamiento por el agua.

Consecuencias productivas y sociales

El impacto de las inundaciones pone en riesgo la próxima campaña agrícola. En esta región bonaerense se produce alrededor del 15% del maíz y la soja del país, pero las zonas anegadas ya quedaron descartadas para la siembra de maíz temprano, cuyo ciclo está a punto de comenzar. La incertidumbre se extiende también sobre la posibilidad de implantar soja, girasol o maíz tardío.

Más allá de lo productivo, la emergencia golpea de lleno a la vida comunitaria. La falta de caminos transitables impide en muchos casos el acceso a las escuelas rurales, deja a niños y jóvenes sin clases y dificulta la llegada de ambulancias, transporte e insumos básicos, profundizando el aislamiento de miles de familias.

El comunicado también apuntó contra la falta de finalización del Plan Maestro del Río Salado y el deficiente mantenimiento de los caminos rurales. Según CARBAP, los productores realizan aportes millonarios en concepto de tasas viales que muchas veces se desvían hacia otros fines, mientras que hoy las consecuencias de esa desatención se hacen evidentes.

Una obra estratégica como la del Salado y el adecuado mantenimiento de caminos y canales no hubieran evitado las lluvias ni todo el daño ocasionado, pero sí habrían permitido morigerar el impacto y facilitar el drenaje de las aguas en plazos más razonables”, advirtió la entidad.

Frente a este panorama, CARBAP insistió en la necesidad de una ayuda inmediata, integral y coordinada que atienda la emergencia productiva y social. “Es momento de actuar con responsabilidad y celeridad para no agravar aún más una situación ya crítica para miles de productores y familias bonaerenses”, concluyó el comunicado.

Carta abierta a Javier Milei

La Sociedad Rural de 9 de Julio difundió el viernes una carta dirigida al Presidente Javier Milei, en la que solicita intervención urgente frente a la crisis hídrica que golpea a la región. En la misiva, los dirigentes remarcan que el esfuerzo realizado por los productores desde febrero “ya no alcanza” y que, con las últimas precipitaciones, buena parte del trabajo quedó arruinado.

“No pedimos créditos blandos ni compensaciones; solo pedimos máquinas con personal y en condiciones de trabajar, para acelerar las tareas que se vienen haciendo. Nos estamos ahogando, necesitamos ayuda ya”, señalaron en el escrito.

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