Después del magro resultado electoral de La Libertad Avanza en provincia de Buenos Aires, la escalada cambiaria que comenzó con el “comprá, campeón” del ministro de Economía, Luis Caputo, el 2 de julio, se precipitó. El tipo de cambio mayorista subió $ 224 desde las palabras del funcionario y $ 92 en la semana al cerrar ayer a $ 1.455. En el segmento minorista, la moneda norteamericana cotizó a $ 1.465, $ 220 más desde la expresión del titular del Palacio de Hacienda y $ 85 en las últimas cinco ruedas.
“En las próximas semanas será clave para el Gobierno continuar estabilizando tanto las tasas de interés como el valor del tipo de cambio alrededor de estos niveles sin que el mercado testee el compromiso del BCRA para intervenir en la banda superior mientras trata de reconfigurar su estrategia electoral y política de cara a las elecciones del 26 de octubre”, añadieron desde Suramericana.
El economista y director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, señaló que la suba del dólar reflejó “una clara señal de que el Banco Central disminuyó la tasa de interés a un nivel que el ahorrista considera que no compensa el riesgo argentino actual”. “No hay margen para más bajas. Urgente, debe anunciar que tiene unos US$ 6 mil millones propios para defender el valor del peso en el techo de la banda. Es más, ofertarlos en la ‘pantalla’ a ese precio y el tipo de cambio bajará sin que venda un solo dólar”, propuso en redes Abram.
Desde el Gobierno salieron a manifestar que cuentan con un poder de fuego más que suficiente en caso que la divisa cruce el techo de la banda que se encuentre en $ 1.471.
El director del BCRA y una de las voces del equipo económico Federico Furiase le respondió al economista liberal y sostuvo en sus redes sociales que el oficialismo cuenta con US$ 22 mil millones para hacerle frente a una estampida cambiaria. “Que algunos no lo crean no es algo que dependa de nosotros, solo lo comprobarán si lo testean” lanzó.
“La banda superior se encuentra un 3% por encima del dólar oficial, con lo cual no puede descartarse que el BCRA venda Reservas en el transcurso de este mes y medio. Los instrumentos de tasa de interés y venta de Futuros han demostrado tener una efectividad limitada, lo que refuerza esta hipótesis. La pregunta es qué hará el Gobierno luego de las elecciones generales”, expresó Haroldo Montagu, economista jefe de Vectorial.
Pero la sangría poscomicios en suelo bonaerense se extendió al resto de los mercados. En la plaza local, el mayor índice bursátil, el S&P Merval, retrocedió un 2,5% en la última rueda. El índice medido en dólares cayó un 5,4% el viernes y acumuló una caída del 18,2% semanal, pero en lo que va del año se hundió un 49,7%.
“La derrota electoral determinó una caída inmediata de las acciones de las empresas argentinas, que ya vienen afrontando un año difícil tanto en lo financiero como en sus resultados operativos. Así, un mercado que ya venía profundamente reticente al plan oficial sigue marcando distancia”, agregó Montagu.
En la misma sintonía, la deuda soberana extendió ayer la caída que comenzó el lunes. Los principales bonos que cayeron fueron el Bonar 2038 (-6,9%) y Bonar 2025 (-6,4%). Ambos títulos superan el 20% de caída en lo que va del año.
El riesgo país cerró en los 1.090 puntos básicos. Así, el índice que elabora el JP Morgan subió 184 unidades en la semana, 390 desde que Caputo invitó a los argentinos comprar dólares y 550 desde su mínimo del año, que fue el 9 de enero cuando se ubicó en los 506 puntos, es decir, más que duplicó su valor desde esa fecha.
En cuanto a los papeles argentinos que cotizan en Wall Street cerraron la mayoría en bajas en la última rueda hábil de la semana. Los ADR que más sufrieron fueron: Supervielle (-8,1%), BBVA (-6,7%), Central Puerto (-6,4%), Macro (-6,1%), Galicia (-6,1%) y Edenor (-6,1%).
Las reservas del Banco Central finalizaron en US$ 40.309 millones y bajaron en la semana US$ 211 respecto del cierre del viernes antes de las elecciones bonaerenses, cuando se ubicaron en US$ 40.520 millones.