Con el fin de la moratoria para jubilados en marzo de 2025, miles de personas, especialmente mujeres, quedarán sin la posibilidad de acceder a una jubilación. A medida que se acerca la fecha, las dificultades para obtener turnos en ANSES se incrementan, lo que complica aún más el acceso a este beneficio.
Qué medidas implica el fin de la moratoria
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el abogado previsional, Norberto Markarian, quien explicó que, “durante un tiempo, las personas podían jubilarse a través de esta moratoria, que no estaba destinada a aquellos que nunca quisieron pagar sus aportes, sino a quienes, a lo largo de su vida laboral, no pudieron hacerlo por diversas razones, como la falta de pagos o la obligación de trabajar sin aportes”.
Según el entrevistado, “el 23 de marzo de 2025 se termina esta posibilidad, y muchas personas, especialmente mujeres, se quedarán sin la oportunidad de jubilarse”. Y agregó: “3 de cada 10 mujeres y 1 de cada 10 hombres no podrán jubilarse”.
Qué podría suceder con los turnos en ANSES y qué hacer ante la falta de ellos
En continuidad con el tema, Markarian sostuvo que a medida que se acerque la fecha, “es probable que ANSES comience a dificultar el acceso a turnos, lo que muchos consideran una maniobra deliberada para que la gente no llegue a tiempo para acceder a esta última moratoria”. En este contexto, “se recomienda enviar una carta documento a ANSES, solicitando el turno que no se ha otorgado, y exigiendo una respuesta dentro de las 48 horas, para asegurar que se otorgue el turno en la sucursal más cercana al domicilio”. añadió.
Además, “se podría demandar por daños y perjuicios si esta situación constituye una maniobra ilegal”, dijo el entrevistado y aseguró que quienes no logren acceder a la moratoria “serán enviados a la prestación universal para adultos mayores, que es la mínima”. Y siguió: “Algunos, en lugar de jubilarse, podrían optar por comprar aportes, pero a un costo de alrededor de 25 mil pesos por mes”.
Para finalizar, Markarian agregó: “Dado el tipo de política económica actual, que busca un déficit cero, es difícil prever otra solución y aunque se podría intentar un amparo, la ley caducará en marzo de 2025, y no hay garantías de que se renueve, lo que complica aún más la situación”.