La inesperada carta con la que ahora Mar del Plata salió a contraatacar a Brasil

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El clásico sudamericano comenzó a disputarse aun antes de que comenzara la temporada, y hoy arde. Lo juegan los medios apostados en la frontera, cronistas en las playas, los empresarios de pronto convertidos en ocurrentes influencers y los propios turistas. Los protagonistas de la Costa Atlántica y los fanas de las orillas brasileñas se recriminan en las redes cuestiones como la calidad de la comida («¿feijoada en enero?», subestimó alguien por aquí), el precio de los alquileres o del choclo hasta los servicios de playa (que carpa sí, que carpa no) y el clima.

Y en el último ítem podría afirmarse a esta altura, con días que recién ahora comienzan a exhibir sol y algo de calor (23° pronosticados para este martes), que la Costa Atlántica viene abajo en el virtual tanteador. Pero repentinamente, un punto la pone por encima, y no uno menor, vinculado a la salud: la calidad de las aguas.

En tanto en el Estado de San Pablo, concretamente en Guarujá, se lanzó un alerta por un brote de gastroenterocolitis, con casos detectados también en Florianópolis e Itajaí, en el estado de Santa Catarina, minado de argentinos en estos días, en Mar del Plata, Miramar, Cariló y Rosario hay balnearios donde cada mañana se izan banderas que exponen una certificación internacional que reconoce criterios de accesibilidad, educación ambiental, seguridad y sanidad. ¡Puntazo!

Se trata de un galardón que entrega la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), llamado Bandera Azul (https://www.blueflag.global/), que se otorga a playas que cumplen con una serie de criterios de calidad, seguridad e higiene que hacen al cuidado del medioambiente. La casa central de la fundación funciona en Copenhague, Dinamarca. Abarca ademas de playas también a puertos deportivos y embarcaciones de turismo sostenible.

«Es una certificación muy extendida en Europa, nace en Europa y se afianza con el crecimiento de la demanda de sustentabilidad ambiental y de conciencia ecológica, biodiversidad, y otorga un valor adicional, distintiva, para todo lo que es la actividad turística en balnearios», explica a Clarín Carlos Katz, titular de Obras Sanitarias Sociedad de Estado Mar del Plata (OSSE), que afirma que la calidad del agua en Mar del Plata «es excelente».

Uno de los balnearios que cuenta con la Bandera Azul en Mar del Plata. Foto: Diego Izquierdo

OSSE monitorea la calidad del agua cuatro veces al año, en la orilla e internándose en el mar a distintas profundidades. Lo hace desde Waikiki al sur hasta Playa Franka, pasando por la zona donde se ubica el emisario submarino, que descarga las aguas cloacales que llegan a la estación de tratamiento a 4 kilómetros de la costa. El sistema fue saneado en 2014 y el impacto en la ciudad es evidente.

«La calidad del agua recreativa está en excelente estado, apta para que la gente se bañe. No hay ningún proceso, ninguna transformación en el ecosistema que genere contaminación», apuntala Katz.

Desde mucho antes que el emisario comenzará a funcionar, OSSE tomaba muestreos en los mismos sectores de la costa. Es decir que cuando dos balnearios de Mar del Plata se candidatearon para recibir la certificación Bandera Azul, contaron con un registro histórico preciso y documentado por un organismo oficial.

Pablo Pilhapsidis, a cargo del balneario San Sebastián, en La Perla, y Mediterráneo, el 20 del Complejo Punta Mogotes, contó que desde el momento de la postulación le llevó 18 meses de preparación por la cantidad de documentación exigida, «va desde la seguridad de los bañistas al reciclado y separación de los residuos, la educación ambiental, para el que los empleados deben hacer talleres y, el más importante, la calidad del agua de recreación, sea de la pileta o del mar».

Mar del Plata y otros balnearios argentinos buscan hacer la diferencia por la infraestructura con respecto a los brasileños. Foto: Diego Izquierdo

«El agua de playas da óptimo, las muestras tomadas durante meses para pedir la certificación dio estándares espectaculares. El organismo que otorga Bandera Azul vio con buenos ojos lo que había en ese material», sostuvo.

Los balnearios de Mar del Plata son los dos primeros en el país en obtener la certificación; la consiguieron por segundo año consecutivo y esta temporada, además, fueron certificados Parque Mar, Center Beach, Maui, Buenos Aires, Chicama e Hijos del Mar, todos de Miramar; Cozumel, de Cariló, y La Florida, de Rosario.

No todos los balnearios se postulan para obtener la distinción, pero en el caso de querer hacerlo cuentan con un punto de partida apropiado, «sin riesgos para la salud», explicó Katz, «producto de hacer bien nuestro trabajo, monitoreando el agua, el sedimento marino, tomando muestreos de la biota, podemos asegurar que el mar nuestras playas se encuentra en excelente estado».

PS

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