BELO HORIZONTE, Brasil.– Pocos minutos después de la medianoche, Diego Martínez y Sergio Romero se hicieron presentes en la sala de conferencia de prensa donde, a pesar del dolor por la derrota y la eliminación a manos de Cruzeiro por la Copa Sudamericana, se mostraron orgullosos por la entrega de Boca. Y sobre todo, respaldaron a Luis Advíncula, que salió expulsado antes de cumplirse un minuto de juego, y Miguel Merentiel, que falló en el último penal de la serie, el que decretó la marginación del cuadro argentino en el torneo.
“Les dije a los jugadores antes de los penales que me sentía orgulloso de ser parte de este equipo. Es difícil afrontar una definición de este tipo con un hombre menos, pero el equipo supo cómo jugar, y hasta tuvimos situaciones para empatar”, comenzó el DT. Sin dar muestras de debilidad, Martínez continuó exaltando la actitud de sus dirigidos en el estadio Mineirão. “Es una mezcla de sensaciones, porque tenemos impotencia y bronca, pero también mucho orgullo porque este grupo dejó bien representada a la institución. Perdimos de manera injusta en las dos instancias más importantes del año, en la Copa de la Liga y hoy”, dijo el entrenador, aludiendo a otra serie de penales perdida, la que favoreció a Estudiantes de La Plata en una semifinal en el primer semestre. “Hoy va a costar dormir, pero a partir de mañana tenemos que enfocarnos en la Copa Argentina y en el campeonato. Verlos perder así apacigua un poco el dolor, pero todas las derrotas duelen”, agregó.
Por su parte, Romero fue crítico para con el polémico arbitraje del colombiano Wilmar Roldán. “Le dije a Roldán que la pelota previa al segundo gol se había ido afuera. Fueron un poco raras las decisiones que tomaron hoy. Se veía que la cancha estaba inclinada contra nosotros, y todo se medía en favor de Cruzeiro”, sostuvo el arquero. “Pero éstas son las derrotas que, a pesar del dolor, fortalecen. Sabíamos que sería un partido difícil, y más cuando nos quedamos con uno menos. Y entonces nos fortalecimos más, nos esforzamos el doble y, sobre el final, casi ganamos. Se hizo un gran trabajo. Lo sabemos y estamos orgullosos de eso”, agregó Chiquito.
Sobre los errores cometidos por Merentiel y, principalmente, Advíncula, ambos concordaron en dar pleno apoyo al uruguayo y el peruano. “Es fútbol, y ellos son dos de nuestros mejores futbolistas. Luis estaba muy triste; lo único que pude hacer es abrazarlo. Lo mismo con Miguel. Pero el fútbol es así, y es una ironía que a dos de nuestros mejores hombres les haya pasado esto”, dijo el director técnico. “No podemos reclamarles nada, porque ellos dos son de los que más se entregan por el equipo, siempre dejan todo”, completó Romero.
Ambos, si bien reconocieron que el vestuario estaba lleno de bronca e impotencia, destacaron que también se encontraba muy fuerte, “con mucha cabeza y personalidad para salir adelante”.