Para muchas personas, despertarse por la mañana es uno de los momentos más difíciles del día. Sin embargo, existen maneras de hacer que el proceso de levantarse sea más fácil y menos desagradable, apoyadas por la ciencia y los expertos en sueño.
Según National Geographic y Andrew McHill, director del Laboratorio de Sueño de la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregón, el cerebro necesita tiempo para pasar del sueño a la vigilia por las mañanas. Este proceso no es inmediato, ya que el cerebro experimenta lo que se conoce como “inercia de sueño” o “embriaguez de sueño”, que puede durar entre 20 y 30 minutos después de despertarse. Si esta sensación persiste, puede ser indicativo de una mala noche de sueño o de trastornos del sueño. Para combatir este problema, los expertos sugieren seguir estas recomendaciones:
Establecé una rutina de sueño: mantener horarios regulares para acostarse y levantarse ayuda a entrenar tu cuerpo para que despierte de manera más natural. Irse a la cama a la misma hora todos los días permite que tu reloj biológico se ajuste y reduzca la sensación de pesadez al despertar. De acuerdo con el laboratorio de investigación del sueño de la Universidad de Michigan, predecir los cambios regulares en el ciclo circadiano ayuda a optimizar nuestra fisiología.
Además, los expertos mencionan que no todas las personas funcionan de la misma manera. Molly Atwood, de la Universidad de Hopkins, explica que los patrones de sueño están profundamente influenciados por la genética, lo que dificulta cambiarlos sin consecuencias para la salud.
Despertá con luz natural: la exposición a la luz del sol por la mañana ayuda a regular el ciclo circadiano. Si es posible, dejá las cortinas abiertas para que la luz del sol entre en tu habitación por la mañana o usa una lámpara de luz natural. La luz es un potente regulador de la melatonina, la hormona que controla el sueño y la vigilia.
Hacelo un hábito agradable: incorporar pequeñas actividades placenteras a tu rutina matutina, como escuchar música suave o disfrutar de una taza de té, puede hacer que el proceso de despertar sea menos temido y algo que esperes con gusto.
Si a pesar de estos cambios el proceso de despertarse sigue siendo un reto, puede ser útil consultar a un especialista en sueño para descartar posibles trastornos o problemas que puedan estar afectando tu descanso.
*Por Matías Torino
El Universal (México)